lunes, septiembre 19, 2005

Buceando que es gerundio.

Ahora que por fin todo el Nitrogeno residual que contenia mi cuerpo ha vuelto a la atmosfera. Ahora que he vuelto a tierra firme después de visitar islas paradisiacas. Ahora que el internet es un poco más barato. Aquí va la experiencia subacuatica:

Hemos estado en Koh Tao (la meca del submarinismo en Tailandia) haciendo el curso de Open Water Diver que te permite bucear a 18 metros máximo, pero con un guia. Hemos hecho cuatro inmersiones y hemos visto una barbaridad de corales, peces, anémonas y personas burbujeantes con aletas y bombona.

No tenia ni idea de que habia tantas cosas debajo del agua. Lo habia leido (y visto en la tele) y me lo creia. Pero verlo es otro rollo.

El ambiente que rodea al buceo, es bastante tranqui, como todos los ambientes relacionados con el mar. Hay, por un lado, un rollito amante de la naturaleza bastante guay. La gente se cuida (relativamente), disfrutan del mar, de las inmersiones, conocen los peces, las corrientes, los corales. Gente entusiasmada y un espiritu muy contagioso.

Por el otro lado, esta también el rollito DiveMaster, que vine a ser cuando el nitrogeno que tu cuerpo ha absorbido te afecta a la cabeza (en sentido figurado) y empiezas a creerte muy especial. La verdad es que en tres días no te da tiempo para quemarte por esto, pero si da tiempo a hablar con gente que lleva tres meses y ya estan un poco hartos.



Nuestro curso ha sido facil y divertido. La teoría se la pasan un poco por el forro, pero te dan las lecciones básicas para disfrutar de inmersiones seguras. Hemos hecho cuatro inmersiones, la última la más espectacular.

En el grupo eramos una española, dos que hablaban ingles, la Ju y yo. El monitor era un tailandés que sufria un poco del sindrome DiveMaster, pero si lo mirabas con buenos ojos era graciosillo. My buddy (el que te salva cuado algo va mal) era la Judith, sí, reconozco que fue algo arriesgado, pero lo asumí como un machote y ahora podemos bucear juntos con relativa seguridad.

La isla, a parte de los fondos marinos, era también bastante encantadora... más tranquila que otras islas, pero con buena comida y gente simpatica (todos buceadores o en proceso de serlo) Las playas solo se dejaban ver con la marea baja, pero no por tímidas eran menos bonitas. Los amaneceres y los atardeceres, de pelicula.

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